"Sé lo que quiero hacer el año que viene pero no sé si será posible", afirmó Fernando Alonso en Oviedo tras el multitudinario homenaje que recibió por parte de la afición.
El bicampeón tiene prisa por resolver su futuro cuanto antes. Espera saber dónde correrá el año que viene antes de marcharse de vacaciones a una isla paradisiaca y alejada del mundanal ruido. Tanta es la celeridad, que los representantes de Alonso ya están en Inglaterra para negociar con McLaren, según el diario El Mundo. De hecho, las negociaciones han empezado hoy mismo, lunes. El plazo para llegar a un acuerdo es de dos semanas.
Las posturas están muy encontradas y las relaciones personales, rotas. Alonso ya no disimula ni en público. En Oviedo dijo: "Tenía fama de serio y borde. Los que decían eso se han volcado conmigo y les han empezado a caer mal otro piloto y mi propio equipo. Noto un cambio brutal en el cariño de la gente".
No será fácil, por tanto, alcanzar un consenso. Patrocinadores y escuderías están a la expectativa de la resolución de un conflicto que alcanza a toda la Fórmula 1.
La clave
"Nadie nos ha dicho que no cuentan con nosotros", aseguran en el entorno de Alonso. Y ahí está una de las claves de la negociación: quién deja a quién. Parece claro que ni McLaren ni Alonso quieren seguir juntos, aunque la prensa inglesa especule con la posibilidad de que el español siga en la escudería de Woking ante las escasas perspectivas de futuro que le ofrecen Toyota y Renault.
El contrato que une al asturiano con McLaren está lleno de cláusulas de penalización. Si Alonso es el primero en pedir que le den la carta de libertad, McLaren podría pedir una indemnización; si es al revés, entonces Alonso podría reclamar a McLaren las cantidades estipuladas en su contrato.
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